Cambiar un hábito y/o una costumbre no es una tarea fácil. La manera de pensar, la forma que vemos al otro, nuestras creencias, nuestros prejuicios cosas que hacemos sin pensar... Tomar el mismo camino al trabajo, llegar a casa a la misma hora todos los días y no alcanzar a ver o estar con tus hijos o pareja se compensa cocinando los sábados cosas ricas para los que mas amamos, juntarte con el familión un domingo o con amigos a comer los viernes.

Y si nos detenemos a pensar un segundo... Más del 80% de las actividades sociales y familiares se hacen en torno a la comida.

Relacionamos a la comida con los afectos. Lo que no tiene nada de malo, lo malo es lo que comemos.

Y adivinen!!! Los niños son una esponja y ellos continuarán con ese hábito o costumbre.

Entonces?

Cambiamos la manera de relacionarnos entre nosotros o cambiamos la manera de relacionarnos con la comida?

Hagamos que comer sano y pasarlo bien se haga costumbre.

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